martes, 9 de abril de 2019

SOBRE LOS SIGNIFICADOS DE LA PALABRA KADOSH O KADOSCH


KADOSH ó KADOSCH—Palabra que sirve para designar en Masonería unas veces un grado y otras un sistema.

La base de los catecismos de los Caballeros o Elegidos Kadosh es la tradición templaría, pero según los países y los ritos se ha hecho de esta misma tradición un ceremonial especial o un cuerpo de doctrina progresista en que se propagan los dogmas de Libertad, Igualdad y Fraternidad.

lunes, 8 de abril de 2019

GRADO DE PRÍNCIPES DE JERUSALÉN


GRADO DE PRÍNCIPES DE JERUSALEN.

RECEPCIÓN.

El Candidato con la cara cubierta, es conducido por el Maestro de Ceremonias hasta la puerta. Toca, se le abre sin ceremonia, y se le lleva al Oriente.

- M.·. E.·. (al Candidato) ¿ Qué queréis?

- Cand.·. Vengo a presentaros las quejas del pueblo de Israel contra los Samaritanos que se han negado a pagar el tributo que se les ha impuesto para sufragar los gastos de los sacrificios que se ofrecen a Dios en el Templo.


 - M.·. E.·. (que representa a Zorobabel) No tengo autoridad sobre los Samaritanos; son súbditos del Rey Darío, que está en Babilonia; presentadle vuestra queja; pero como esto nos interesa a todos, os armaré y os daré cuatro Caballeros para que os acompañen, de modo que podáis vencer con mas facilidad cualquiera obstáculo que se os presente en vuestro viaje a la corte del Rey de Persia.
 
(Se descubre la cara al Candidato, se le arma con una espada y un escudo, y se le decora como Caballero de Oriente. Los cuatro Caballeros que le acompañan van ataviados del mismo modo. Emprenden su viaje, y son atacados por unos bandidos, a quienes repulsan y llegan a la puerta del gabinete de Dario.)
 
El Candidato entra con uno de los Caballeros y se dirige al Rey de esta manera:

- "Rey poderoso: los Samaritanos se niegan a satisfacer el tributo que les impuso el Rey Ciro para sufragar los gastos de los sacrificios que se ofrecen en el Templo que hemos fabricado de nuevo; y el pueblo de Israel os suplica que obliguéis a los Samaritanos a cumplir su deber."

- DARIO: " Vuestra súplica es justa y equitativa, y haré que los Samaritanos paguen el tributo que se les ha impuesto. Mi primer Ministro os dará mi decreto con este fin. ¡Id en paz!"

(El Candidato se retira: el primer Ministro lo sigue y le entrega el decreto. Después de vencer algunos obstáculos, el Candidato se encuentra en su regreso con los Caballeros, con antorchas encendidas, que le conducen en triunfo a presencia de Zorobabel.)

- Cand.·. (a Zorobabel.) Os entrego el decreto de Darío, Rey de Persia, que hemos obtenido después de haber arrollado a nuestros enemigos y vencido mil peligros que hemos encontrado en nuestro viaje.

El M.·. E.·. lee el decreto:
 
"Nos, Darío Rey de Persia, queriendo favorecer y proteger a nuestro pueblo de Jerusalén, según el ejemplo de nuestro ilustre predecesor, el Rey Ciro, mandamos y decretamos: que los Samaritanos, contra quienes hemos recibido quejas, paguen puntualmente el tributo que adeudan por los Sacrificios del Templo; y de no cumplirlo, recibirán el castigo que corresponda a su desobediencia.
 
Dado en Shusan, en Palacio, el 4.° dia del 2.° mes del año 3534, y el 3.° de nuestro reinado, y sellado con el sello de nuestro: fiel Darío."


- M.·. E.·. El pueblo de Jerusalén os está sumamente agradecido por el celo y valor que habéis desplegado para vencer los obstáculos que se os presentaron en el camino; en premio de lo cual os comunicaremos los misterios del grado de PRÍNCIPES DE JERUSALEM. ¿Estáis pronto a prestar una obligación solemne para observar rígidamente nuestras leyes y el mayor secreto en nuestros misterios?

- Cand.·. Lo estoy.

M.·. E.·. Postraos, pues, ante el altar.

OBLIGACION.

" Yo..........., juro y prometo solemnemente, en presencia del Dios Todo Poderoso, Gran Arq.·. del cielo y de la tierra, y delante de los Príncipes Valientes de Jerusalén, no revelar jamás los misterios del grado de PRÍNCIPES DE JERUSALÉN, a ninguno de grado inferior, o que no sea Masón.

Juro y prometo, a fuer de Príncipe de Jerusalén, hacer justicia a mis Hermanos y no juzgarlos con tiranía, sino con amor. Prometo y juro, no atacar jamás, ni de acción ni de palabra, el honor de ningún Príncipe de Jerusalén, y que no tomaré parte en la concesión de este grado fuera de un Gran Consejo legítimo de Príncipes de Jerusalén. Todo lo cual prometo cumplir, y si faltare a ello, permito que se me desnude, y se me atraviese el corazón con un puñal.
 
Dios venga en mi ayuda, AMEN."

El M.·. E.·. levanta al Candidato y le da las SEÑALES... PALABRAS... TOCAMIENTOS...

- M.·. E.·. Ahora os nombro y constituyo, con vuestros compañeros, PRÍNCIPES y GOBERNADORES DE JERURALÉN, para que hagáis justicia al pueblo. Os decoro con una banda amarilla, que lleva una medalla de oro. La balanza que tiene grabada, es para advertiros que debéis escoger por guía a la Justicia y la Equidad. La mano de la justicia es señal de vuestra autoridad sobre el pueblo. Los emblemas del mandil que os entrego, se refieren a las obras y las virtudes de los Masones y a vuestro deber en la alta dignidad que se os confiere. Como Príncipes de Jerusalén, os reuniréis en dos salas del Templo. Sed justo, misericordioso y sabio.

 

 


lunes, 1 de abril de 2019

FRANCIA: SUS COMIENZOS EN LA MASONERÍA

 
Es muy difícil precisar la fecha de la introducción de la Francmasonería en Francia. Aseguran algunos autores que la primera Logia francesa se fundó en Dunkerque, bajo el título de Amitié et Frarternité , el 13 de Octubre de 1721; pero en una comunicación histórica enviada por la Gran Logia de Francia a los Talleres de su obediencia en 1783, se dice que lord Derwentwater y algunos otros nobles ingleses constituyeron una Logia en París, después de 1725, siendo ésta la primera que recibió una patente regular expedida por la Gran Logia de Inglaterra, y fue considerado, por tanto, lord Derwentwater como el primer Gran Maestre.
 
Más tarde, en 1732, esta misma Gran Logia de Inglaterra fundó en Francia algunas otras Logias, entre ellas la de Aumont, rué Bussy, en casa del restaurador Landelle, y La Inglesa, de Burdeos, señalada con el núm. 204 en los registros de la Masonería inglesa.

En 1736 se constituyó en París la primera Gran Logia Provincial, bajo la presidencia de lord Harnouester, elegido Gran Maestro de los masones franceses por las únicas cuatro Logias que entonces existían.

Ya en 1737 comenzaron en Francia las persecuciones contra la Francmasonería con el edicto de Luis XV, en el cual se prohibía a sus fieles súbditos toda relación con los francmasones. En el año siguiente el Papa Clemente XII lanzó contra éstos la bula de excomunión "In eminenti apostolatus specula".

El 24 de Junio del mismo año, el Duque de Antin sucedió a lord Harnouester en el cargo de Gran Maestre, y aunque lo desempeñó hasta su muerte, ocurrida en París el 9 de Diciembre de 1743, a la edad de treinta y seis años, dejó a la Institución desprovista de un centro sólidamente establecido y sin organización interior.
 
En su época el Barón escocés Miguel Andrés Ransay introdujo en la Masonería francesa, que hasta entonces sólo había trabajado en el simbolismo, un sistema Templario de altos grados, provocando disensiones y actos de violencia que dieron origen a nuevas y crueles persecuciones.

Sucedió al Duque de Antin en el gobierno de la Orden Luis de Borbón, Conde de Clermont, elegido Gran Maestre dos días después de la muerte de aquél, el 11 de Diciembre de 1743.

Los desórdenes continuaron, sin embargo, pues el jefe que los masones habían escogido entonces no estaba a la altura do la situación difícil en que se había colocado la Asociación, y por otra parte la corte suscitó desde un principio obstáculos que le impidieron ocuparse activamente de los intereses de la Masonería.

En 1755 la Gran Logia, que hasta entonces sólo se había llamado así, tomó el nombre de Gran Logia de Francia, y se trató luego de establecer una buena organización, publicando un Código masónico, que fue el primero, compuesto de 20 artículos, y más tarde unos Estatutos, en los que hay algunas referencias al grado escocés de Maestro.
 
En el año siguiente, 1756, se instituyó el primer Capítulo regular de los altos grados, y en 1758 el Consejo de los Caballeros de Oriente y Occidente.
 
Se introduje entre éstos la desunión en 1760, y como habían elegido la Gran Logia como teatro de sus conflictos, resultaron en ella tan profundas divisiones y tales desórdenes durante los años que siguieron a estos acontecimientos, que dieron lugar a que interviniera el gobierno en 1767, ordenando a la Gran Logia suspender sus sesiones. Esto no evitó que muchos de sus miembros se reunieran secretamente y continuaran los trabajos, abandonados en absoluto por el Gran Maestre, Conde de Clermont, cuyo fallecimiento ocurrió el 15 de Junio de 1771.

Los hermanos que componían el núcleo de la antigua Gran Logia, anunciaron una reforma de la Orden, y acercándose al Duque de Luxemburgo solicitaron de él que influyese cerca de Luis Felipe, Duque de Chartres, conocido después con el nombre de Felipe Igualdad, para que aceptase la dignidad de Gran Maestre de Francia, que la Gran Logia estaba dispuesta a ofrecerle.

Este aceptó el cargo y nombró como sustituto suyo al Duque de Luxemburgo.

Dos años duraron los trabajos de reorganización; en 1773 se aprobaron los nuevos Estatutos que restablecían los derechos primitivos de la Institución, y el 9 de Marzo del mismo año se adoptó para la nueva Gran Logia el nombro de «Gran Logia Nacional»; pero a los pocos meses se le asignó el de Gran Oriente de Francia, que conserva en la actualidad.

En 1786 se presentó al Gr.·. Or.·. un proyecto de reforma del Rito, formándose uno de siete grados: los tres simbólicos y cuatro altos grados derivados del escocísmo, denominados Elegido, Escocés, Caballero de Oriente y Rosa Cruz. Este sistema recibió el nombre de Rito moderno ó Francés, propiamente dicho.

Llegó por fin el año de 1789, época del gran cataclismo político en Francia, y durante la revolución se suspendieron casi todos los trabajos masónicos. El 24 de Febrero de 1793, año II de la República francesa, presentó Felipe Igualdad la dimisión del cargo de Gran Maestre, que hasta entonces había desempeñado, y le fue aceptada por el Gr.·. Oriente el 8 de Agosto del mismo año, aplazándose la elección de quien debiese sustituirle.

El 6 de Diciembre caía en la guillotina la cabeza del ex-Gran Maestre, y poco después sufrían la misma suerte gran número de francmasones; pero, a pesar de estos contratiempos, tres Logias del Grande Oriente mantuvieron el fuego sagrado, continuando sin interrupción y sin miedo los trabajos masónicos.

En 1805 reanudó sus trabajos el Grande Oriente, habiendo sido nombrado para el cargo de Gran Maestre, por indicación del H.·. Cambacéres y aprobación del Emperador, el Príncipe José Napoleón Bonaparte, hermano de éste, y sus adjuntos los HH.·. Cambacéres y Murat.

Desde este momento comenzó para la Masonería francesa una de los períodos más brillantes de su existencia, propagándose de tal suerte, que en 1813 llegaba a 800 el número de Logias y el de los Capítulos a 337.

Los sucesos de 1814 produjeron un cambio completo en el Gran Oriente; Cambacéres presentó su dimisión y se disolvió el Supremo Consejo. Fue designado provisionalmente como Director de la Masonería el H.·. Bournonville, al que sucedieron otros HH.·. con el mismo carácter, hasta la época muy posterior en que se procedió a la elección de Gran Maestre.

En 1815 fue introducido en Francia un nuevo Cuerpo masónico que profesaba el Rito de Mizraim en 90 grados, precursor del Rito de Mentis, compuesto de 96 grados, que apareció en 1838 y fue admitido en 1862 por el Gran Oriente de Francia, con la contracción de sus grados, que quedaron reducidos a 33.

Desde 1815 a 1852 sufrió numerosos cambios el Gran Oriente de Francia efecto de las vicisitudes por que se vio obligado a pasar en lucha constante con el Supremo Consejo, con una nueva Gran Logia Nacional de Francia, con otras agrupaciones masónicas que le disputaban su poder y con la sociedad civil, en cuyo seno volvió a imperar el clericalismo, y con él las amenazas, calumnias y persecuciones.

El Consejo del Gran Oriente decidió en 9 de Junio de 1852 proceder a la elección de un Gran Maestre, cargo que se hallaba vacante desde 1814, resultando elegido el Príncipe Luciano Murat, sobrino de Luis Napoleón, Presidente entonces de la República.

Sus procedimientos dictatoriales y sus doctrinas reaccionarias, claramente desarrolladas en 1856 y sostenidas hasta 1861, dieron lugar a que la Asamblea eligiera por unanimidad Gran Maestre al Príncipe Napoleón; más los partidarios de Murat, queriendo invalidar esta elección, hicieron de la Masonería un centro de luchas y enemistades escandalosas, a las que puso término el Emperador en 1862, nombrando, por la gracia de Dios y la voluntad nacional, Gran Maestre de la Masonería francesa a Mr. Maguan, Mariscal del Imperio, el cual murió en el ejercicio de dicho cargo en 1865, reemplazándole en el mismo el General Mellinet, último Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, por haberse acordado en 1871 sustituir el poder y la autoridad personal por otra colectiva que tomó el título de Gran Consejo de la Orden.

El Gran Oriente de Francia se halla desde entonces o bajo la dirección de este Consejo, elegido por la Asamblea general de Delegados o Representantes de todas las Logias, que a la vez designan al Presidente y demás Dignatarios y Oficiales, y se renueva en una tercera parte. Los poderes judiciales y disciplinarios del Gran Oriente son ejercidos por una Cámara de Casación, elegida igualmente por la Asamblea de Representantes.

Los Rituales son examinados y publicados por un Gran Colegio de Ritos, formado do 33 miembros en posesión del grado 33, y están encargados también de conferir los grados 31, 32 y 33.

 
Los tres grupos masónicos de Francia, de que hemos hecho mención, sostienen entre sí cordiales relaciones, pero han sido vanos cuantos esfuerzos se han hecho para fusionarlos, teniendo cada uno de ellos su esfera de acción suficientemente desarrollada y extendida.

La Francmasonería francesa cuenta con bastante número de Instituciones benéficas, tanto en la capital como en los departamentos, tales como Orfelinatos, Asilos para masones ancianos, Cajas de Beneficencia, Centros diversos de instrucción, Dispensarios para la asistencia pública de enfermos pobres, etc.



MÉXICO: SUS COMIENZOS EN LA MASONERÍA


Pocos y oscuros son los datos históricos que existen acerca de la introducción de la Francmasonería en los Estados Unidos Mexicanos.
 
Se cree que la primera Logia fue organizada en 1806, bajo los auspicios de la Gran Logia de Inglaterra, pero es lo cierto que al poco tiempo se llevaron los trabajos políticos a las Logias masónicas desnaturalizando el carácter y fines de la Institución.
 
El Rito Escocés fue conocido en México el año de 1813, y el de
York en 1815, originándose entre ambos tal antagonismo, que
produjo escisiones y enconadas luchas perjudiciales a la Orden, hasta que en 1825 los masones más sensatos y pacíficos se agruparon para constituir un Rito Nacional Mexicano, compuesto de 9 grados, cuyo Cuerpo Central emprendió trabajos masónicos de verdadera importancia.

 


En 1860 se instaló en Veracruz un Supremo Consejo del gr.·. 33, con la autorización del de Charleston otorgada al H.·. Lafon Ladebat, distinguido masón norteamericano, y en 1868
se convino en la fusión de este Cuerpo con el Supremo Consejo de México, cuyo acto fue realizado el 18 de Abril del mismo año, considerándose desde entonces el último de dichos Cuerpos, único poder para la jurisdicción masónica de toda la República.


Continuaron, sin embargo, las disensiones en el seno de la Institución, a consecuencia de las cuales se celebró una Gran
Asamblea Nacional convocada por la Gran Logia de Estado el 17 de Julio de 1869, acordando constituirse en autoridad suprema de la Masonería Nacional, bajo el título de Supremo Gr.·. Or.·. del Rito Escocés.


Todavía se crearon nuevos Cuerpos hasta 1876, y distintos Ritos y sistemas se introdujeron en el territorio de la República Mexicana, todos con sus autoridades respectivas, como el Rito de York, el Templario, el Reformado, el de San Juan y otros que, además del Nacional Mexicano, del Escocés y del Simbólico, y aunque por distintos procedimientos, todos contribuyeron al progreso del pueblo y a la cultura nacional.


En el mismo año la Gran Logia Valle de Méjico, núm. 1, comenzó los trabajos con los cinco Talleres de su jurisdicción,
para conseguir la autonomía del simbolismo, consiguiendo la adhesión de 21 Talleres que se reunieron para acordar la fundación de un Supremo Gran Oriente Escocés de los Estados Unidos Mejicanos, quedando, en efecto, constituido el 11 de Enero de 1879.


Gran actividad empleó este nuevo Cuerpo durante los diez años siguientes, consiguiendo crear 18 Grandes Logias de Estado y 193 Talleres simbólicos, sin descuidar obtener el reconocimiento de muchas Potencias Masónicas.


El Supremo Consejo de México, que se encontraba decadente desde 1877, adquirió extraordinario vigor en 1888 bajo la dirección del ilustre Dr. H.·. D. Ignacio Pombo, designado en esa fecha para el cargo de Gran Comendador, logrando levantar en poco tiempo numerosos Talleres filosóficos y Logias de Perfección.

Reconocida la necesidad de fusionar para bien de la Orden los dos Cuerpos directivos de la Masonería mexicana, tomó la
iniciativa de este importante proyecto el distinguido y malogrado General D. Ramón Corona, consiguiendo llevar a feliz término los trabajos preparatorios y realizándose el fausto acontecimiento por el cual quedaron fusionados el Gran Oriente y el Supremo Consejo de México el día 28 de Diciembre do 1887, y convocada la Gran Dieta Simbólica fueron elegidos Gran Maestre y Gran Secretario respectivamente del único Cuerpo legítimo y regular para la Masonería de los Estados Unidos Mexicanos, los beneméritos HH.·. Porfirio Díaz y Ermilo G. Cantón.

Los trabajos continuaron, a partir de esta fecha, con éxito notable, y aunque no cesaron en absoluto las disidencias, es de presumir que en la actualidad se haya logrado encauzar la Masonería Mexicana para que realice en el porvenir la alta misión progresiva a que está obligada, olvidando en absoluto las causas de las luchas y disensiones que han accidentado la historia masónica de aquella República.

Los Cuerpos más antiguos en México son los siguientes:

1.° La Gran Dieta Simbólica de los Estados Unidos Mexicanos, de la que fue reputado Gran Maestre el Coronel H.·. José Rodríguez.
 
2.° La Gran Logia Valle de México, de la Confederación de la Gran Dieta. Uno de sus Grandes Maestres más notables fue el diputado H.·. Manuel Levi.
 
3.° El Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, para los Estados Unidos de México, que fue dirigido por su Gran Comendador el General H.·. Jesús Alonso Flores, 33º.

También merecen especial mención las dos Grandes Logias de Chihuahua y Cahuita, respectivamente.

 
 
 
 

LOS ALTOS GRADOS EN LA MASONERÍA

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