Es muy difícil precisar la fecha de la introducción de la Francmasonería en Francia. Aseguran algunos autores que la primera Logia francesa se fundó en Dunkerque, bajo el título de Amitié et Frarternité , el 13 de Octubre de 1721; pero en una comunicación histórica enviada por la Gran Logia de Francia a los Talleres de su obediencia en 1783, se dice que lord Derwentwater y algunos otros nobles ingleses constituyeron una Logia en París, después de 1725, siendo ésta la primera que recibió una patente regular expedida por la Gran Logia de Inglaterra, y fue considerado, por tanto, lord Derwentwater como el primer Gran Maestre.
Más tarde, en 1732, esta misma Gran Logia de Inglaterra fundó en Francia algunas otras Logias, entre ellas la de Aumont, rué Bussy, en casa del restaurador Landelle, y La Inglesa, de Burdeos, señalada con el núm. 204 en los registros de la Masonería inglesa.
En 1736 se constituyó en París la primera Gran Logia Provincial, bajo la presidencia de lord Harnouester, elegido Gran Maestro de los masones franceses por las únicas cuatro Logias que entonces existían.
Ya en 1737 comenzaron en Francia las persecuciones contra la Francmasonería con el edicto de Luis XV, en el cual se prohibía a sus fieles súbditos toda relación con los francmasones. En el año siguiente el Papa Clemente XII lanzó contra éstos la bula de excomunión "In eminenti apostolatus specula".
El 24 de Junio del mismo año, el Duque de Antin sucedió a lord Harnouester en el cargo de Gran Maestre, y aunque lo desempeñó hasta su muerte, ocurrida en París el 9 de Diciembre de 1743, a la edad de treinta y seis años, dejó a la Institución desprovista de un centro sólidamente establecido y sin organización interior.
En su época el Barón escocés Miguel Andrés Ransay introdujo en la Masonería francesa, que hasta entonces sólo había trabajado en el simbolismo, un sistema Templario de altos grados, provocando disensiones y actos de violencia que dieron origen a nuevas y crueles persecuciones.
Sucedió al Duque de Antin en el gobierno de la Orden Luis de Borbón, Conde de Clermont, elegido Gran Maestre dos días después de la muerte de aquél, el 11 de Diciembre de 1743.
Los desórdenes continuaron, sin embargo, pues el jefe que los masones habían escogido entonces no estaba a la altura do la situación difícil en que se había colocado la Asociación, y por otra parte la corte suscitó desde un principio obstáculos que le impidieron ocuparse activamente de los intereses de la Masonería.
En 1755 la Gran Logia, que hasta entonces sólo se había llamado así, tomó el nombre de Gran Logia de Francia, y se trató luego de establecer una buena organización, publicando un Código masónico, que fue el primero, compuesto de 20 artículos, y más tarde unos Estatutos, en los que hay algunas referencias al grado escocés de Maestro.
En el año siguiente, 1756, se instituyó el primer Capítulo regular de los altos grados, y en 1758 el Consejo de los Caballeros de Oriente y Occidente.
Se introduje entre éstos la desunión en 1760, y como habían elegido la Gran Logia como teatro de sus conflictos, resultaron en ella tan profundas divisiones y tales desórdenes durante los años que siguieron a estos acontecimientos, que dieron lugar a que interviniera el gobierno en 1767, ordenando a la Gran Logia suspender sus sesiones. Esto no evitó que muchos de sus miembros se reunieran secretamente y continuaran los trabajos, abandonados en absoluto por el Gran Maestre, Conde de Clermont, cuyo fallecimiento ocurrió el 15 de Junio de 1771.
Los hermanos que componían el núcleo de la antigua Gran Logia, anunciaron una reforma de la Orden, y acercándose al Duque de Luxemburgo solicitaron de él que influyese cerca de Luis Felipe, Duque de Chartres, conocido después con el nombre de Felipe Igualdad, para que aceptase la dignidad de Gran Maestre de Francia, que la Gran Logia estaba dispuesta a ofrecerle.
Este aceptó el cargo y nombró como sustituto suyo al Duque de Luxemburgo.
Dos años duraron los trabajos de reorganización; en 1773 se aprobaron los nuevos Estatutos que restablecían los derechos primitivos de la Institución, y el 9 de Marzo del mismo año se adoptó para la nueva Gran Logia el nombro de «Gran Logia Nacional»; pero a los pocos meses se le asignó el de Gran Oriente de Francia, que conserva en la actualidad.
En 1786 se presentó al Gr.·. Or.·. un proyecto de reforma del Rito, formándose uno de siete grados: los tres simbólicos y cuatro altos grados derivados del escocísmo, denominados Elegido, Escocés, Caballero de Oriente y Rosa Cruz. Este sistema recibió el nombre de Rito moderno ó Francés, propiamente dicho.
Llegó por fin el año de 1789, época del gran cataclismo político en Francia, y durante la revolución se suspendieron casi todos los trabajos masónicos. El 24 de Febrero de 1793, año II de la República francesa, presentó Felipe Igualdad la dimisión del cargo de Gran Maestre, que hasta entonces había desempeñado, y le fue aceptada por el Gr.·. Oriente el 8 de Agosto del mismo año, aplazándose la elección de quien debiese sustituirle.
El 6 de Diciembre caía en la guillotina la cabeza del ex-Gran Maestre, y poco después sufrían la misma suerte gran número de francmasones; pero, a pesar de estos contratiempos, tres Logias del Grande Oriente mantuvieron el fuego sagrado, continuando sin interrupción y sin miedo los trabajos masónicos.
En 1805 reanudó sus trabajos el Grande Oriente, habiendo sido nombrado para el cargo de Gran Maestre, por indicación del H.·. Cambacéres y aprobación del Emperador, el Príncipe José Napoleón Bonaparte, hermano de éste, y sus adjuntos los HH.·. Cambacéres y Murat.
Desde este momento comenzó para la Masonería francesa una de los períodos más brillantes de su existencia, propagándose de tal suerte, que en 1813 llegaba a 800 el número de Logias y el de los Capítulos a 337.
Los sucesos de 1814 produjeron un cambio completo en el Gran Oriente; Cambacéres presentó su dimisión y se disolvió el Supremo Consejo. Fue designado provisionalmente como Director de la Masonería el H.·. Bournonville, al que sucedieron otros HH.·. con el mismo carácter, hasta la época muy posterior en que se procedió a la elección de Gran Maestre.
En 1815 fue introducido en Francia un nuevo Cuerpo masónico que profesaba el Rito de Mizraim en 90 grados, precursor del Rito de Mentis, compuesto de 96 grados, que apareció en 1838 y fue admitido en 1862 por el Gran Oriente de Francia, con la contracción de sus grados, que quedaron reducidos a 33.
Desde 1815 a 1852 sufrió numerosos cambios el Gran Oriente de Francia efecto de las vicisitudes por que se vio obligado a pasar en lucha constante con el Supremo Consejo, con una nueva Gran Logia Nacional de Francia, con otras agrupaciones masónicas que le disputaban su poder y con la sociedad civil, en cuyo seno volvió a imperar el clericalismo, y con él las amenazas, calumnias y persecuciones.
El Consejo del Gran Oriente decidió en 9 de Junio de 1852 proceder a la elección de un Gran Maestre, cargo que se hallaba vacante desde 1814, resultando elegido el Príncipe Luciano Murat, sobrino de Luis Napoleón, Presidente entonces de la República.
Sus procedimientos dictatoriales y sus doctrinas reaccionarias, claramente desarrolladas en 1856 y sostenidas hasta 1861, dieron lugar a que la Asamblea eligiera por unanimidad Gran Maestre al Príncipe Napoleón; más los partidarios de Murat, queriendo invalidar esta elección, hicieron de la Masonería un centro de luchas y enemistades escandalosas, a las que puso término el Emperador en 1862, nombrando, por la gracia de Dios y la voluntad nacional, Gran Maestre de la Masonería francesa a Mr. Maguan, Mariscal del Imperio, el cual murió en el ejercicio de dicho cargo en 1865, reemplazándole en el mismo el General Mellinet, último Gran Maestre del Gran Oriente de Francia, por haberse acordado en 1871 sustituir el poder y la autoridad personal por otra colectiva que tomó el título de Gran Consejo de la Orden.
El Gran Oriente de Francia se halla desde entonces o bajo la dirección de este Consejo, elegido por la Asamblea general de Delegados o Representantes de todas las Logias, que a la vez designan al Presidente y demás Dignatarios y Oficiales, y se renueva en una tercera parte. Los poderes judiciales y disciplinarios del Gran Oriente son ejercidos por una Cámara de Casación, elegida igualmente por la Asamblea de Representantes.
Los Rituales son examinados y publicados por un Gran Colegio de Ritos, formado do 33 miembros en posesión del grado 33, y están encargados también de conferir los grados 31, 32 y 33.
Los tres grupos masónicos de Francia, de que hemos hecho mención, sostienen entre sí cordiales relaciones, pero han sido vanos cuantos esfuerzos se han hecho para fusionarlos, teniendo cada uno de ellos su esfera de acción suficientemente desarrollada y extendida.
La Francmasonería francesa cuenta con bastante número de Instituciones benéficas, tanto en la capital como en los departamentos, tales como Orfelinatos, Asilos para masones ancianos, Cajas de Beneficencia, Centros diversos de instrucción, Dispensarios para la asistencia pública de enfermos pobres, etc.