"El orden de los Francmasones es una asociación de hombres sabios y virtuosos, cuyo objeto es vivir en una igualdad perfecta, estar íntimamente unidos por los vínculos de la estimación, de la confianza, y de la amistad bajo la denominación de HH.·. y de no existir los unos y los otros sino por la práctica de las virtudes."
¡ Masones, penetrémosnos de nuestra dignidad!
Que la rectitud de nuestros votos, la unión de nuestros trabajos, la armonía de nuestros corazones, alimenten sin cesar el fuego sagrado cuya claridad resplandeciente ilumina el interior de nuestros Templos.
¡ Masones, penetrémosnos de nuestra dignidad!
Que la rectitud de nuestros votos, la unión de nuestros trabajos, la armonía de nuestros corazones, alimenten sin cesar el fuego sagrado cuya claridad resplandeciente ilumina el interior de nuestros Templos.
Si el sol calienta la naturaleza material, nuestros corazones no menos ardientes que él, abrigan la naturaleza moral; si echa en su carrera torrentes de luz sobre sus viles enemigos, millones de luces inundan nuestros atrios sagrados, y cada día se abren ojos profanos a esta claridad celeste, cuyos benéficos influjos son comunes a todos, sin distinguir a nadie, ni a sus calumniadores.
SONETO
Como las rosas en su primavera
las virtudes del masón descollaban,
y aunque en solo botón ya perfumaban
de benéfico aroma la isla entera.
Tembló del despotismo la cruel fiera
y evocó al fanatismo, y desolaban
el plantel de las rosas que brotaban,
cual el cierzo feroz las destruyera.
Ellas se unieron y se levantaron
hacia el cielo que al cabo conmovieron,
los dos monstruos al Cócito bajaron,
multiplicáronse ellas y crecieron.
Unión, fraternidad, beneficencia,
siempre atraen del Cielo la clemencia.
OTRO A LA AMISTAD.
Viva por siempre la amistad sagrada,
vínculo el mas estrecho de la vida,
que sirve de alimento y de comida
a el alma virtuosa y desgraciada:
Juré observarte en la tercera grada,
juro tenerte de mi alma asida,
y primero mi vida sea perdida
que olvidarte ni un punto, en nada, nada.
Tú, ¡emanación divina! a los Masones
reúnes desde uno a otro Polo:
con tu sana moral, sus corazones
detestan el engaño, intriga y dolor.
Y nos das a mostrar en sus modales,
el poder de los lazos fraternales.
AL DESENGAÑO
Desde que vi la luz de mil engaños
¡Institución Divina! yo te adoro,
y a los ciegos profanos mas les lloro
viendo cual nos persiguen tantos años.
Lloro las desventuras y los daños
que causa un fanatismo que deploro
y en mi retiro al Ser Supremo imploro
por su felicidad y desengaños.
¡Oh tu gran Arquitecto! que alimentas
con tu soplo Divino nuestra esencia,
convierte el Ateísta, y no consientas
que nos venga a turbar con su demencia.
Porque no es dado a la inmoralidad
erigir templos a la Divinidad.
OCTAVA.
El Venerable en Logia es un Lucero
que brilla como el astro refulgente
que dictando sus leyes placentero
recorre nuestro globo diariamente.
Es el origen fiel y verdadero
de nuestro orden sublime y eminente,
todo masón, debe pues respetarlo,
y con mallete en mano Venerarlo.
OCTAVA.
La autoridad que ejerce el Venerable
sostiene el Celador con su mallete,
y hace reinar un orden admirable
hasta en el placer vivo de un banquete.
Es para sus hermanos siempre afable,
con los profanos dulce en su cámara:
la luz, por él reflecta en su columna,
así como el sol hace con la luna.
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