La primera obligación del Maestro de Ceremonias es entrar en el templo antes de todos los oficiales para asegurarse si todo está pronto y dispuesto para los trabajos que van a hacerse, y si las salas están bien iluminadas.
Es él el que acoge a los visitantes, los examina, recoge sus certificados y los entrega a las Luces de la Logia para que los comprueben.
Atenderá que todos los Hermanos visitantes se coloquen en el lugar que les está señalado por los reglamentos generales.
Si entre los visitantes hay un Ven.·. de L.·. o una diputación de alguna, o uno de sus tres Grandes Oficiales del orden, o algunos Oficiales de honor o en ejercicio del Gran Orador, se introducirán de la manera siguiente:
Para un Ven.·., para una diputación de L.·. o para un G.·. Of.·. de la G.·. L.·. se enviará un Of.·. de la L.·. para hacerles compañía hasta el momento de su introducción; se diputará para recibirles a la puerta del templo, tres Of.·. precedidos del M.·. de C.·. y los recibirán espada en mano bajo la bóveda de acero.
Para un G.·. M.·. la diputación será de nueve M.·. dos de los cuales llevaran una estrella, el M.·. de C.·. precede el acompañamiento.
Para los G.·. Z.·. será de cinco M.·. dos llevaran una estrella.
Para un Dip.·. G.·. M.·. ha de ser de siete M.·., dos de estos llevaran también una estrella.
Paro un G.·. M.·. de un G.·. O.·. extranjero la comisión será de siete maestros, dos con estrellas.
Todas estas diputaciones o comisiones deben ser siempre presididas por el M.·. de C.·. el que introducirá estos Il.·. y Resp.·. M.·. en la Resp.·. L.·. por la bóveda de acero, con todos los honores pompa y magnificencia, que les corresponda.
Cuando a los trabajos de la L.·. siga un banquete, El M.·. de C.·. debe cuidar que todo esté dispuesto de manera que los Hermanos visitantes estén con comodidad, mientras duren los trabajos.
Depositario de las joyas de los Dignitarios y Of.·. de la L.·. las debe poner sobre el Altar antes que se abra la sección y volverlas a tomar al momento que se concluya.
El es el que ejecuta las instrucciones públicas y secretas del Ven.·. presenta el escrutinio a todos los HH.·. en los casos en que es necesario para fijar una deliberación o proceder a una elección.
Ayuda al Neófito a vestirse con los adornos que recibe del Ven.·. y hace observar en todas sus partes el ceremonial prescrito por la L.·.
Tiene el derecho y aun está obligado a avisar con cortesía y dulzura los HH.·. que se separen de él.
Además es miembro nato de todas las diputaciones de la L.·. de cualquiera naturaleza que sean; y para las otras obligaciones que son anexas a su empleo, ocurrirá al ritual que es donde le están demarcadas.
Si la urbanidad y la cortesía es lo que mas liga y reúne la sociedad profana, con mas razón deben ser practicadas estas virtudes por los Mas.·.
Todos los cultos adquieren dignidad por su ceremonial y atraen con él al respeto y veneración: el nuestro debe tener uno.
Encargados de este precioso empleo los M.·. de C.·. deben tener los modales mas atractivos para con los Resp.·. M.·. que vienen a visitar sus LL.·.
Deben con el acogimiento urbano que les hagan prepararlos para el que van a recibir en el seno de sus HH.·. y dejarlos satisfechos, y llenos de deseos para que vuelvan a renovar sus visitas.
Una L.·. debe siempre contar con la afabilidad, amenidad y celo con que un M.·. de C.·. llene todos sus deberes y funciones.
Es él el que acoge a los visitantes, los examina, recoge sus certificados y los entrega a las Luces de la Logia para que los comprueben.
Atenderá que todos los Hermanos visitantes se coloquen en el lugar que les está señalado por los reglamentos generales.
Si entre los visitantes hay un Ven.·. de L.·. o una diputación de alguna, o uno de sus tres Grandes Oficiales del orden, o algunos Oficiales de honor o en ejercicio del Gran Orador, se introducirán de la manera siguiente:
Para un Ven.·., para una diputación de L.·. o para un G.·. Of.·. de la G.·. L.·. se enviará un Of.·. de la L.·. para hacerles compañía hasta el momento de su introducción; se diputará para recibirles a la puerta del templo, tres Of.·. precedidos del M.·. de C.·. y los recibirán espada en mano bajo la bóveda de acero.
Para un G.·. M.·. la diputación será de nueve M.·. dos de los cuales llevaran una estrella, el M.·. de C.·. precede el acompañamiento.
Para los G.·. Z.·. será de cinco M.·. dos llevaran una estrella.
Para un Dip.·. G.·. M.·. ha de ser de siete M.·., dos de estos llevaran también una estrella.
Paro un G.·. M.·. de un G.·. O.·. extranjero la comisión será de siete maestros, dos con estrellas.
Todas estas diputaciones o comisiones deben ser siempre presididas por el M.·. de C.·. el que introducirá estos Il.·. y Resp.·. M.·. en la Resp.·. L.·. por la bóveda de acero, con todos los honores pompa y magnificencia, que les corresponda.
Cuando a los trabajos de la L.·. siga un banquete, El M.·. de C.·. debe cuidar que todo esté dispuesto de manera que los Hermanos visitantes estén con comodidad, mientras duren los trabajos.
Depositario de las joyas de los Dignitarios y Of.·. de la L.·. las debe poner sobre el Altar antes que se abra la sección y volverlas a tomar al momento que se concluya.
El es el que ejecuta las instrucciones públicas y secretas del Ven.·. presenta el escrutinio a todos los HH.·. en los casos en que es necesario para fijar una deliberación o proceder a una elección.
Ayuda al Neófito a vestirse con los adornos que recibe del Ven.·. y hace observar en todas sus partes el ceremonial prescrito por la L.·.
Tiene el derecho y aun está obligado a avisar con cortesía y dulzura los HH.·. que se separen de él.
Además es miembro nato de todas las diputaciones de la L.·. de cualquiera naturaleza que sean; y para las otras obligaciones que son anexas a su empleo, ocurrirá al ritual que es donde le están demarcadas.
Si la urbanidad y la cortesía es lo que mas liga y reúne la sociedad profana, con mas razón deben ser practicadas estas virtudes por los Mas.·.
Todos los cultos adquieren dignidad por su ceremonial y atraen con él al respeto y veneración: el nuestro debe tener uno.
Encargados de este precioso empleo los M.·. de C.·. deben tener los modales mas atractivos para con los Resp.·. M.·. que vienen a visitar sus LL.·.
Deben con el acogimiento urbano que les hagan prepararlos para el que van a recibir en el seno de sus HH.·. y dejarlos satisfechos, y llenos de deseos para que vuelvan a renovar sus visitas.
Una L.·. debe siempre contar con la afabilidad, amenidad y celo con que un M.·. de C.·. llene todos sus deberes y funciones.
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