La gran importancia del acto de escuadrar la logia (andar haciendo escuadra en cada esquina) se debe a que el templo es un lugar activo, lleno de fuerza, y las corrientes de energía generadas por los pensamientos de sus componentes fluyen a lo largo del pavimento mosaico.
Cuando se camina
haciendo escuadra se está aprovechando toda esa energía, sin desperdiciar una
gota, para seguir energetizando el lugar.
En la vida profana representa la
necesidad de vivir las experiencias de forma completa, sin atajos, utilizando
toda la energía disponible.
La escuadra forma un ángulo de 90 grados y en
astrología corresponde, en la relación de los planetas entre sí, al aspecto
llamado «cuadratura», que es el que genera una mayor intensidad energética. Se
clasifica como aspecto disonante porque cuesta gastar la energía que se produce
cuando dos planetas se encuentran en cuadratura. Pero en el taller se trabaja
para aprovechar todas las corrientes.
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