La Granada, fruto del granado, ha sido objeto de veneración a través de las edades entre los pueblos clásicos, sin embargo, no tenemos noticias exactas en qué época principió a considerarse este fruto, como un símbolo sagrado; no cabe duda que los primeros en darle esta categoría fueron los sacerdotes egipcios, usándolo en sus liturgias de iniciación, en sus escuelas esotéricas, y que solo a los elegidos o iniciados de alto grado se podría revelar su simbolismo sagrado.
En Egipto, afirma Platón, uno de los grandes iniciados en los misterios esotéricos, nadie estaba excluido de la iniciación, cuyo origen se pierde en la oscuridad de los siglos, y añade que 10,000 años antes de Menes existía esta sagrada ceremonia, incluyendo la de la Granada y su Flor.
En Egipto era conocida la Granada con el nombre de ANHMEN, y en Thebas, la ciudad de Amon Ra; solamente los sacerdotes encargados de su culto tenían el sagrado derecho en cultivar granadas, colocando estos frutos sobre el altar del Dios Patrono de Thebas, Amon Ra.
Las Granadas eran colocadas como ofrendas sagradas sobre las tumbas de los Pontífices, Faraones, Iniciados y altares de los Dioses, y se recibían como contribución a los servicios prestados de los sacerdotes en honras funerarias, de esto hace referencia el Sacerdote egipcio de Heliópolis, MANTHON, en su historia de los Reyes, escrito en griego 300 años antes de Cristo.
Sobre los altares de los Dioses, Horus, Set, Isis, Nefritis, y el del poderoso Osiris, Dios supremo y juez de la Otra vida, protector de la muerte, figuraban las más hermosas granadas, emblema de los iniciados en los supremos misterios, y simbolizaban la vida.
Sobre las tumbas se colocaban como ofrendas en número tal que simbolizaban la categoría del iniciado, lo mismo sucedía con las de los Sacerdotes y los Grandes hierofantes de Amón Ra y Osiris, que además de la ofrenda de las granadas también sembraban en los parques funerarios de su propiedad árboles de granado en número simbólico, de tres, cinco, siete, según su jerarquía; como sucedió con el Rey THOTEMIS de la XVIII dinastía, quien murió como en el año de 59 A. C. y su amanuense de nombre ANNA sembró en el parque funerario cinco granados.
Los egipcios creían firmemente en la otra vida, las mansiones de Osiris, y que el justo sería recompensado; hasta tal punto era arraigada esta creencia que los deudos del muerto acudían a los sacerdotes de Horus, escribiendo mensajes colocándolos sobre la tumba del muerto, pagando con granadas este servicio.
La Granada simbolizaba entre los iniciados egipcios, la vida, la unión de los tres egiptos, El Alto Egipto, El Meso Egipto y el Bajo Egipto, es decir, los tres nidos inferiores o cámara baja, los cinco nidos superiores o cámara alta, a los Dioses Osiris, Juez Supremo de la otra vida. Set, Dios de las Tinieblas, que mató a Osiris, Horus, que vengó a Osiris casado con Isis, la Diosa, Nefritis o Isis hermana de Osiris, quien resucitó.
En el antiguo Egipto un mes tenia tres semanas de diez días cada una y el año 12 meses o sea 360 días. Los sacerdotes añadieron para corregir esta anomalía 5 días más que eran los aniversarios de los Dioses, Osiris, Horus, Set, Isis y Nefritis, considerados por los egipcios estos Cinco días como de mal agüero y aciagos, ofreciendo granadas a los templos de los Dioses.
Al sembrar tres granados en el parque funerario simbolizaban para los iniciados los tres egiptos; Cinco, a los Cinco Dioses Patronos de los cinco últimos Días y Siete; las siete trayectorias del alma, hasta llegar a purificarse, llevando sus amuletos mágicos, hasta llegar a la Séptima mansión de Osiris donde viviría eternamente.
Las granadas se encuentran con mucha frecuencia sobre las tumbas de la Ciudad de Tebas.
También entre los hebreos las granada tenía un especial puesto y era conocida con el nombre de RIM NON, son mencionados especialmente por el legislador MOISÉS, cuando os espías del Valle de Iscol, traían hermosas granadas. También el Rey y Sabio Salomón hace alusión de ella, y canta su belleza en el Cantar de los Cantares; a la época de la floración del granado, en el jardín cercado de la esposa; hay vergeles plantados de granados y compara el fruto con la mejilla de la mujer amada.
Al parecer la granada y su flor entre los Israelitas era sagrada, y fueron empleadas en la arquitectura de los templos, según el libro III de los Reyes formando parte de la decoración de los capiteles, que coronaban las dos columnas de bronce erguidas ante el pórtico del templo, y el sumo sacerdote hebreo adornaba sus vestiduras pontificiales con granadas, como símbolo de la vida y del género humano.
Para los Asirios la granada era emblema de la vida, y las primeras granadas de la cosecha, el Sumo Sacerdote las ofrecía al Soberano, primer jugo de Granada que el rey ofrecía al ídolo, y después las frutas más hermosas, que simbolizaban la prolongación de su Divina Vida como elegido de los dioses, el árbol era considerado como el padre de la vida, y se hacían amuletos de él, que los sacerdotes vendían a buen precio a los fíeles.
En todas las construcciones de los Fenicios, Cartagineses, Romanos, las granadas figuran coronando los capiteles, también se encuentran sobre las tumbas de los sacerdotes y Reyes púnicos.
Para los Helenos el granado era también sagrado y la llamada ROLA, y el fruto ROIDON, posiblemente por su color rosado, semejante a una ninfa de los bosques, era ofrecido ala Diosa de la sabiduría y profana de la ciudad Eterna de Atenas. A la Diosa Estia, como símbolo del hogar, de la familia helénica, también hacían ofrendas sobre las tumbas de los héroes.
Para los iniciados de los misterios de Eleusis, Dodone, Delfos, Megara, la granada representaba la fecundidad de la vida.
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